Mariela Sancari, Moises, La Fábrica, España, 2015
El fin del mundo será en color
Las fotos de Kawada brillan con la fosforescencia malvada de los huesos de marineros muertos o los fragmentos de monstruos marinos dragados de las profundidades de un mar tropical.
— Arthur Goldsmith
Pequeña máquina
Nunca hay que preguntar qué quiere decir un libro. Significado o significante, en un libro no hay nada que comprender, tan só1o hay que preguntarse con qué funciona, en conexión con qué hace pasar o no intensidades, en qué multiplicidades introduce y metamorfosea la suya, con qué cuerpos sin órganos hace converger el suyo. Un libro só1o existe gracias al afuera y en el exterior. Puesto que un libro es una pequeña máquina, ¿qué relación, a su vez mesurable, mantiene esa máquina literaria con una máquina de guerra, una máquina de amor, una máquina revolucionaria, etc…, y con una máquina abstracta que las genera? A menudo, se nos ha reprochado que recurramos a literatos. Pero cuando se escribe, lo único verdaderamentc importante es saber con qué otra máquina la máquina literaria puede ser conectada, y debe serlo para que funcione. Kleist y una loca máquina de guerra, Kafka y una máquina burocrática increíble…(¿y si después de todo se deviniese animal o vegetal gracias a la literatura —que no es lo mismo que literariamente—, acaso no se deviene animal antes que nada por la voz?)
—Gilles Deleuze y Félix Guattari, Capitalismo y esquizofrenia,
Sinfonía en 400 páginas
Antonio Martínez Xoubanova cierra una trilogía sobre Madrid con su último libro, Un universo pequeño, toda una sinfonía visual que deja constancia de la enorme capacidad de edición de su autor.