Jiri Valoch, Fragment of a book that does not exist, (1973)
Jaroslaw Kozlowski, Reality, (2012)
Pierre Cordier, Livreillisible, (1964)
Kristof Tuerlinckx, Page, (2008)
La biblioteca y centro de documentación del museo Reina Sofía ha inaugurado la primera de una serie de exposiciones dedicadas al libro de artista comisariadas por Guy Schraenen y que lleva por título No es nuevo, es un libro.
El libro de artista es un territorio resbaladizo, y es de agradecer toda la atención que está recibiendo últimamente. Para Guy Schraenen la historia del libro de artista arranca en los años sesenta del pasado siglo y está íntimamente relacionada con el arte conceptual. Estos libros, nos dice el comisario, «se convierten en reflexiones puras del concepto de libro en sí. No transmiten imágenes, textos o historias, o sólo lo hacen de tal manera que reducen el sujeto a sí mismo. Son libros en el sentido estricto de la palabra porque el objeto se representa sólo a sí mismo. Por consiguiente, la mayoría de estos libros pueden ser considerados obras tautológicas.»
Este primer plato de la serie de exposiciones es muy suculento, pero como suele ocurrir en la nouvelle cuisine esa, te deja con hambre. Los libros se presentan encerrados en vitrinas provocando picores en el espectador necesitado de acariciar los lomos y pasar las páginas. La suerte es que gran parte de los libros provienen de los fondos de la propia biblioteca, y una vez cierre la exposición, estarán a disposición de todos nosotros.
Esperamos ansiosos la continuación…
PS: Perdón por hacer el Julián Barón.