Izquierda:Kafū Nagai (escritor), 1951; derecha:Yasunari Kawabata (escritor), 1971
La primera exposición de Ken Domon (1909-1990) fuera de Japón, una cuidada selección de 150 fotografías seleccionadas de entre las setenta mil que guarda el museo Ken Domon en Sakata, su ciudad natal, se ha podido visitar en Roma el año pasado.
Ceremonia para el envío de enfermeras de la cruz roja al frente, Azabu, Tokio, 1938
Ken Domon es una de las figuras principales de la fotografía japonesa en el siglo XX, y la figura de referencia en la posguerra. El título de la muestra nos dice que es el maestro del realismo japonés, y para entender el realismo japonés hay que ponerlo en su contexto histórico. Japón viene de una dictadura militar que lleva al país a una guerra expansionsta por toda Asia y a la segunda guerra mundial. En ese contexto la fotografía japonesa sólo tiene dos formas posibles: la propaganda política o lo que Ken Domon llamaba fotografía de salón, imágenes formalistas inofensivas. Después de la guerra, con la derrota militar llega la ocupación norteamericana, la desarticulación del sistema político y la construcción de un nuevo Japón. Es en este contexto que Ken Domon propone una fotografía realista que mira de frente al presente.
El maestro de marionetas Yoshida Bungorō, teatro Bunraku de Yotsubashi, Osaka, 1941-42
La fotografía en la época de Ken Domon se difundía a través de las páginas impresas de los libros y las revistas, no a través de fotografías enmarcadas y colgadas en las paredes de las salas de exposición. De la gran cantidad de libros que publica Ken Domon hay dos que son considerados obras maestras, y que no pueden ser más diferentes. Hiroshima (1958) y Los niños de Chikuhō (1960).
Gemela invidente, de la serie Hiroshima, 1957
Mujer siendo tratada por las lesiones de la bomba atómica, de la serie Hiroshima, 1957
Hiroshima es un libro que marca un antes y un después en la fotografía japonesa. Ken Domon fotografía de forma clara y transparente la vida de los supervivientes, sus heridas y cicatrices, el tratamiento médico, sus familias. Es un libro producido en gran formato, muy cuidado con impresión en huecograbado. En una de las paredes de la exposición, en letras muy grandes, aparece una cita del premio Nobel de literatura Kenzaburo Oe en la que dice: «Hiroshima de Ken Domon es la obra de arte más moderna. Mostrar personas vivas luchando contra la bomba, y no personas muertas por culpa de la bomba, es enfrentarse directamente a la esencia del arte desde un punto de vista completamente humano».
Las hermanas huérfanas Rumie y Sayuri, de la serie Los niños de Chikuhō, 1959
En enero de 1960 Ken Domon publica Los niños de Chikuhō, un libro que centra su mirada en los niños de una región minera del sur de Japón cuyas minas están cerrando por decisión del gobierno, condenando al paro y la pobreza a sus habitantes. Domon se centra en los niños, pero el libro es en realidad una denuncia política de la situación. Publicado en un formato muy pobre, impreso en papel prensa de baja calidad en formato revista, a un precio muy popular, se reimprime varias veces ese mismo año y vende más de cien mil ejemplares. A final del año sale una continuación: El padre de Rumie ha muerto.
Toshirō Mifune (actor), 1952
La muestra recorre todo el trabajo de Ken Domon, desde su comienzo en los años treinta trabajando para Yonosuke Natori hasta sus últimas fotografías de los templos japoneses en los años setenta.
Cúpula del Hiroshima Dome, de la serie Hiroshima, 1957
Si la exposición tiene una pega es la sorprendente ausencia de sus libros más representativos. Los comisarios son conscientes de la importancia de los libros en la obra de Ken Domon, y las cartelas nos informan de en cuáles aparecen impresas. No sólo eso, sino que hay una sección especial dedicada a su libro Hiroshima (1958). En ella hay una selección pequeña, pero muy precisa, elegida con mucho cuidado, de las fotos del libro. Desgraciadamente, a pesar de establecer su importancia, el libro está desaparecido. Y viendo la pequeña selección de fotografías es difícil imaginarse el impacto que produce un libro que funciona por acumulación. Algo parecido ocurre con Los niños de Chikuhō (1960) y El padre de Rumie ha muerto (1960), dos libros muy baratos impresos en papel prensa. Los niños de Chikuhō y Hiroshima son libros radicalmente diferentes, casi opuestos, pero sus fotografías se muestran en las paredes de forma idéntica.
Una de las salas de la exposición dedicada a fotografías de templos japoneses
A pesar de todo es una delicia poder disfrutar en primera persona de las fotos de Ken Domon en la exposición y del cuidado catálogo publicado por Skira.
Ken Domon fotografiando junto al Hiroshima Dome, 1957