El privilegio de los artistas

Hablé de mi proyecto con el doctor Grivois, que todavía dirigía el servicio psiquiátrico del Hôtel-Dieu en París donde había rodado la película Urgences.

Él conocía bien la errancia de los errantes que son llevados al hospital.

— ¿Acaso se puede ser normal y errar?

— La errancia es una conducta sin fin declarado.  Considero que la errancia es un fenómeno normal en la humanidad, como si el hecho de estar juntos, por todas partes, la engendrara.  Pero hay una errancia muy diferente, una forma psicótica de errar.  Hablamos de errancia, aquí en el Hôtel-Dieu, porque la errancia está estrechamente relacionada con la entrada en psicosis.  A menudo acaba mal.  Esta errancia no la vemos hasta que es demasiado tarde.  Precisamente porque es muy normal.

[…]

— ¿Cómo se comporta el errante?

— Va de un lugar a otro, de una calle a la siguiente, de una persona a otra.  Navega en el seno de la especie humana.  Otra cosa chocante es el contacto uniforme que tiene con todo el mundo y todos los lugares que atraviesa.  Es como si no conociera más que a un hombre a través de todos los hombres con los que se cruza, el mismo hombre, el mismo lugar, también, como si cada uno, hombre o lugar, le produjera la misma impresión durante su errancia.  Como si no tuviera en cuenta las diferencias de edad, de función, de nivel social o de sexo, de país, de paisaje…

Este punto de vista que hace de la errancia una enfermedad mental me sorprendió y me inquietó.  El doctor Grivois intentó tranquilizarme:

— Pero mira El barco ebrio de Rimbaud: «Mientras descendía por ríos impasibles, sentí que los remolcadores dejaban de guiarme»…  Es extraordinario este poema, es prodigioso, resume una errancia que acaba bien.  Pienso que es el privilegio de los artistas, de los creadores de religiones y quizás, de algunas personas, que pueda terminar bien.

– Raymond Depardon, Errance, Éditions du Seuil, 2000

N. del T.: He decidido traducir errance por errancia, a pesar de que no existe esa palabra en castellano.  La traducción correcta seguramente sería vagabundeo, pero no me gusta.  He preferido inventar el sustantivo abstracto errancia para enfatizar la continuidad errar, errante, errancia.  Disculpen las molestias.