Aquel lugar

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Héctor Velázquez, Todo estaba pensado, Veinticuatro Editions, España, 2012

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El  libro tiene una apariencia sobria y distante; encuadernado en cartoné forrado en tela azul imperial no parece dar ninguna pista.  Lo primero que llama la atención es el título, Todo estaba pensado, ambiguo, contundente y evocador, colocado sobre la cubierta como si fuera la línea del horizonte.

Una página en blanco anuncia: 40°.  Al ir pasando las hojas se va descubriendo que lo que van apareciendo son las coordenadas geográficas de un lugar.  El lugar en sí no se muestra, tan solo nos enseña sus rincones, sus sombras, sus grietas.  La descripción de un lugar es uno de los usos más antiguos de la fotografía.  Pero este libro parece resistirse, escaparse.

Es necesario recurrir al atlas, o en estos tiempos que corren, al GPS o al Google Earth, para confirmar las sospechas y localizar ese punto de encuentro de un paralelo y un meridiano.  Es entonces cuando el título cobra todo su sentido.  Porque en realidad ese lugar no es un punto en un mapa, no es un lugar físico o geográfico.  Es un lugar de la imaginación.  Y lo que cuenta de él no es su aspecto, sino cómo habita nuestro pensamiento.

Héctor Velázquez

Todo estaba pensado

Publicado por Veinticuatro Editions en Madrid, España;

primera edición, Noviembre de 2012; 100 ejemplares; 304 x 219 mm.; 60 páginas;

encuadernado en cartoné forrado en tela con título en tinta blanca sobre golpe en seco; impreso en cuatricomía sobre papel estucado mate de 150 gramos; impreso en Artes Gráficas Palermo;

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