Jenny Lynn, PhotoPlay, Estados Unidos, 2004
Es fácil hacerse un lío. Veamos un ejemplo: Jenny Lynn. Para su exposición retrospectiva en 2004 decidió editar un libro. No buscaba un catálogo razonado, ordenado cronológicamente o por series, de su trabajo. Sería algo difícil, dado que sus series se desarrollan simultáneamente a lo largo de décadas. La única solución fue empezar de nuevo.
El trabajo de Lynn muchas veces toma la forma de montaje o collage y recurre a la reutilización de las imágenes y los motivos. Como en la teoría de la recapitulación, todo el trabajo anterior sirve de base para un nuevo proceso de ordenación y composición. Lo que aparece ante nosotros son las imágenes recompuestas, reflejadas unas en otras, mirándose a sí mismas como Narciso en el estanque.
El ojo viaja de una a otra parte, viendo y reconociendo. Vemos un patrón musical, reconocemos las notas, las fotografías, lo que contienen, pero no son ventanas a un mundo exterior, son representaciones, símbolos cuyo significado va deshaciéndose poco a poco en la medida en que se van repitiendo como ladrillos en una pared.
La primera imagen del interior del libro nos lo dice explicitamente: entrada. En ella se ve también una llave, así que nos han dejado como los amos de la casa. Podemos entrar. Lo que se va configurando es una densa tela de araña, un mundo tejido por fotografías que no lleva a ninguna parte. Podemos jugar y atravesar el laberinto, pero como en el Hotel California, no podemos salir.
Jenny Lynn
PhotoPlay
autoeditado en Estados Unidos;
primera edición, julio 2004; 48 páginas; 304 × 229 mm.;
impreso por The Studley Press, Dalton, Massachussetts, Estados Unidos;
encuadernado en rústica;