Disparando bosques

Shots, A Journal About the Art of Fine Photography

Shots fue creada por Daniel Price en 1986 como publicación periódica bimestral y fue quien se encargó de los 46 primeros números. Posteriormente, y hasta el número 68, la edición corrió a cargo de Robert Owen quien cedió el testigo a Russell Joslin. Shots sigue publicándose (próximamente se editará el número 73 y celebrará su 25 aniversario). Hablar de permanencia y cierta longevidad en el mercado editorial nos hace pensar en que un poderoso grupo de comunicación se encuentra entre bambalinas. Pero nada más lejos de la realidad.

Dan Price, antes de editar Shots, trabajaba como fotógrafo de prensa y su reivindicación formal, y alternativa, más importante era que a veces realizaba encargos profesionales con una cámara Diana. Tanto el cuerpo de estas cámaras como su objetivo, un simple menisco, estaban hechas de plástico y proporcionaban imágenes en las que el desenfoque, el viñeteo y las veladuras estaban a la orden del día. Quizá el uso de estas cámaras anticipaba un explícito amor por parte de Dan hacia “la manera más simple de hacer las cosas”. Cuando deja su profesión se construye una minúscula casa circular semienterrada en un terreno boscoso que alquila por 150 dólares al año. Desde allí, y con la ayuda de una fotocopiadora, emprende sus proyectos editoriales: la revista Shots y el Moonlight Chronicles, un diario personal que materializa con dibujos de toda índole.

Esta predilección por la manera más sencilla de hacer las cosas está en el origen de la revista Shots. La publicación recoge fotografías de aficionados de todas partes, sin que haya unos explícitos criterios editoriales. La única advertencia es que todo el material recibido se publicará en blanco y negro. En Shots se van a entremezclar fotografías de aficionados con pequeños reportajes de reconocidos fotógrafos (el número XXVI, que es el que mostramos, recoge un reportaje de Danny Lyon) de una manera que podríamos calificar de absolutamente democrática. Normalmente se dedica una página a cada contribuyente, que aporta, además de fotografías, textos, cartas o extensos pies de foto. Todo el material enviado se respeta escrupulosamente, sin alterar tipografías o dibujos. A veces las aportaciones aparecen en pagina acompañadas de los dibujos que realiza el propio Dan. La paginación de la revista, manuscrita, aporta una cierta unidad visual a todo el conjunto que, por otra parte se adapta a una mínima retícula a dos columnas que desaparece cuando se considera necesario en favor de, por ejemplo, unas hierbecillas primorosamente dibujadas y que sirven de fondo a todo un artículo compuesto por unas fotografías inclinadas.

Junto a cada fotografía se incluye también el nombre del fotógrafo y sus datos de contacto. Visto desde hoy, con la presencia permanente de las redes sociales, se podría ver como un intento germinal de crear comunidad. Para ello Dan redacta e intercala entre las páginas noticias de todo tipo que animan a que los lectores compartan materiales, experiencias, etc. Eso sí, todo con la misma marca de la casa. En un anuncio de venta de material leemos: “Para qué necesita en este mundo cualquiera de nosotros otra cámara es algo que desconozco, pero un lector, de nombre Greg Beckel vende una Nikkor 1.4, con el embajaje original, más filtros. Si estáis interesados escribidle a  227 Fairway Lane en esa maravillosa ciudad que es Somerset, Kentucky, 42501″.

Por cierto, todavía en 1991 y por la cantidad de 100 dólares, se podía ser miembro vitalicio de la publicación. Robert Frank era uno de ellos.

Shots
editado por Daniel Price, box 109, Joseph, Oregón 97846, Estados Unidos;
número 26, marzo 1991; 70 páginas; 295×355 mm.; escrito en inglés; encuadernación en rústica; interiores impresos en papel periódico y cubiertas en papel reciclado.
ISSN 1048 793X

2 comentarios en “Disparando bosques”

  1. No conocía la publicación pero me ha resultado muy curioso a nivel de maquetación es un poco «a lo loco» pero con un sentido…dificícil de explicar con palabras.

    Muchas gracias por darla a conocer 😉

    • Sí, la verdad es que la maquetación se puede calificar de «sorprendente» (aunque probablemente haya términos más directos para definirla). Gracias a tí por seguirnos.

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