Jon Cazenave, Ama Lur, Dalpine, España, 2015
¿Es posible hablar sobre nuestros antepasados con nuestra visión moderna? ¿Seríamos capaces de entender su forma de ver el mundo sin contaminarla de la nuestra? Jon Cazenave se encuentra delante de un reto como este en su búsqueda de los orígenes del pueblo vasco, un trabajo desarrollado durante años llamado Galerna y que tiene como último capítulo Ama Lur, o Madre Tierra en la traducción al idioma latino contemporáneo.
Incluso al nombrarlo, Ama Lur resuena en las profundidades de nuestro interior. Porque Cazenave se adentra en los orígenes de nuestra existencia como humanidad, en la cueva que estructura nuestras mentes y emociones.
Desde esa cueva interior que compartimos sí parece posible entender al ser humano del Paleolítico Superior, quien habitaba un mundo que ya no existe sino en las hendiduras de nuestras manos, como los viejos ríos que aún recorren la vieja Europa.
Cazenave ha vivido en montañas y valles, durmiendo en una furgoneta, viviendo como un nómada, solo recibiendo verdadero cobijo una vez dentro de las muchas cuevas que aún conservan pinturas rupestres alrededor del País Vasco. Esta inmersión ha dado a Cazenave una perspectiva profunda e intensa de cómo podrían haber visto el mundo hace 40.000 años, un mundo oscuro y mágico, en conexión con toda existencia.
Quizás un libro no pueda equipararse a una espectacular sala de cine en 3D con sonido envolvente, pero como soporte nos puede transportar de manera mucho más potente a nuestro propio interior. Somos una herramienta fabricante de imágenes muy eficaz, miles de años nos avalan. La fotografía y el libro consiguen ejercer de vehículos hasta el pasado porque utilizan el mismo lenguaje, imagen y secuencia ya funcionaban en la cueva, ya vibrábamos con ellas. Jon Cazenave lo ha comprendido y capturado con esta jaula que es Ama Lur, un libro de imágenes que ya tenemos almacenadas, solo hacía falta alguien que nos llevara de la mano hacia dentro a través del ritual que es leer un libro.