Hace años, cuando estaba prohibido tomar fotografíás explícitamente sexuales en este país, Jack Welpott me contó que alguien en su clase se fotografió a sí mismo y a su chica desnudos. Él presentaba una magnífica erección y ella estaba a horcajadas sobre él. Pensé que era una maravillosa imagen masculina, en el sentido de que un hombre siente realmente ese momento y en lo irrepesentable que es. Bien, debe haber cientos de fotografías así por ahí. Allá por 1950 o 1960, cuando no se podía fotografiar explícitamente el acto sexual, mis alumnos salían a fotografiar cortes a medio cicatrizar en las cortezas de los árboles y cosas por el estilo…
Henry Holmes Smith, marzo 1975, entrevista del libro de Paul Hill y Thomas Cooper Diálogo con la fotografía