Este martes tuvo lugar la quinta tertulia de libros de fotografía en Madrid, con el tema palabra e imagen. Asistimos tres personas, lo que hizo que la discusión fuera más viva y se profundizara más en las cuestiones.
El primer libro en hacer su aparición fue Albarracín, de Joan Fontcuberta, editado en 2009. El libro consta de dos partes, una textual y otra fotográfica. En la parte textual aparece la secuencia de correos electrónicos que intercambian un tal Capitán Tom Hook del ejército norteamericano, y Joan Fontcuberta, que se hace pasar por un cura de aldea. El comienzo es una de tantas misivas electrónicas para pardillos en la que el Capitán Hook ofrece a Fontcuberta la posibilidad de hacerse con parte de un botín de muchos billones de dólares aparecidos misteriosamente en el desierto iraquí. En el texto se va desgranando el intento de uno y otro de establecer su identidad muchas veces a través del intercambio de imágenes fotográficas. La segunda parte contiene las fotos a través de las cuales se intenta establecer la identidad del lugar, Albarracín, en el que supuestamente vive el padre Joan Fontcuberta. Un juego entre realidad y ficción con la fotografía como intermediaria.
El diseño de la primera parte es muy peculiar, con el texto y algunas fotografías impresas con tintas verde y roja. El libro viene con dos filtros, uno rojo y otro verde, que puestos sobre la página dejan ver o bien el texto en inglés o bien la traducción al castellano. Incluso, hay un extraño retrato en el que a través de uno de los filtros se ve a Fontcuberta y a través del otro, al supuesto capitán Tom Hook.
El segundo libro en aparecer fue Bill Brandt de Bill Jay, el pequeño ejemplar de la peculiar serie One Picture Book de la editorial Nazraeli Press. Bill Jay es uno de los más interesantes escritores sobre fotografía, y no hay que confundir este libro con el otro Brandt escrito por Bill Jay y Nigel Warburton y que es probablemente la mejor monografía de este singular fotógrafo. La idea de la serie One Picture Book, que comenzó a publicarse en el año 2000 con un libro de Terri Weifenbach, es hacer libros pequeños, de dieciséis páginas, que incluyen una fotografía original. El resto de páginas crean el contexto para esa fotografía.
En el caso del libro de Bill Jay, un texto manuscrito relata una breve conversación que tuvieron los dos Bills a propósito del laboratorio de revelado de Brandt y la fotografía es su retrato. Bill Jay recuerda que Bill Brandt era un hombre tranquilo, reservado, como un sacerdote, que creía que la cámara era un medium a través del cual recibía mensajes de otro mundo; nos dice que vivía en su propio mundo ajeno a todo y a todos en la fotografía contemporánea, experimentando nuevas direcciones y confundiendo a sus críticos. Gran parte de la magia de sus copias, escribe Bill Jay, se revelaba en su cuarto oscuro. Un día Bill Jay le pidió ver su espacio de trabajo y Bill Brandt se negó en redondo. ¿Qué es, el sancta sanctorum? preguntó Bill Jay. Sí, contestó Bill Brandt.
Dieciséis páginas encuadernadas en cartoné hacen que el libro parezca un poco ridículo. Por otra parte, es un ejemplo perfecto de cómo usar el texto para ir cargando la lectura de la fotografía.
El tercer libro no hizo aparición física, sino que nos fue relatado desde la memoria. Se trata de Marilyn, de André de Dienes, el primer novio de Marilyn antes de que se hiciera famosa, que era fotógrafo. Editado por Taschen en 2002, incluye un facsímil de una maqueta de libro que hizo André de Dienes poco antes de morir recordando su relación, ilustrada con muchas fotos de su vida en común. Un álbum familiar algo exótico, que juega con la fama de la modelo y el morbo de su vida relatada en primera persona por alguien que la compartió, toda una garantía de fidelidad, ¿verdad?
Ya puestos, hablamos también del libro Errance de Raymond Depardon. La parte derecha del libro está ilustrada por fotografías panorámicas en blanco y negro en formato vertical con el horizonte en el centro. En la parte izquierda Raymond Depardon va relatando la crisis personal y fotográfica que le sobrevino y cómo inició este proyecto de deambular por los lugares que ya había visitado en busca de un lugar aceptable, fijando de forma muy rígida la manera de fotografiar. El libro es el relato de un viaje y también una reflexión personal sobre el oficio y el significado de la fotografía.
@belinda_soto
me encantó tertuliar con vosotros y no digo poco de lo que disfruté evadiendome del mundo contemplando esos otros mundos que con tanta fuerza pueden llegar a inspirarnos. Acabo de leer el articulo mientras me tomaba un café, ha sido la combinación perfecta. Estoy deseando saber sobre la próxima tertulia, dónde y que más sorpresas nos descubriran los libros.
un abrazo amigos,