Figuras con paisaje

Michele Cera, Dust, Kehrer, 2013

Michele Cera, Dust, Kehrer Verlag, 2013

Michele Cera, Dust, Kehrer, 2013

Michele Cera, Dust, Kehrer, 2013

Michele Cera, Dust, Kehrer, 2013

Michele Cera, Dust, Kehrer, 2013

Michele Cera, Dust, Kehrer, 2013

Michele Cera, Dust, Kehrer, 2013

Michele Cera, Dust, Kehrer, 2013

Michele Cera, Dust, Kehrer, 2013

El libro lleva por título Dust: polvo, tierra; y, a pesar del papel gris que cubre las tapas, es áspero. Las fotografías vienen a palo seco, sin más información. Al ir pasando las páginas los paisajes no dejan muchas pistas. Podría ser cualquier país de la cuenca del Mediterráneo. Son lugares indefinidos, esos territorios indecisos en las afueras de las ciudades que tanto le gustaban a Pasolini en sus primeras películas.

En esos paisajes hay unas figuras. Las figuras resultan desconcertantes. Al principio no les presté demasiada atención preocupado por desentrañar aquellos lugares, pero poco a poco me fui dando cuenta de que eran las verdaderas protagonistas de estas fotografías. Estaban ahí, solitarias, muchas veces de espaldas, fijas como estatuas, puntos de resistencia en el paisaje.

A Cartier-Bresson le gustaba fijar una escena y esperar que apareciera la figura que completara la composición. Michele Cera parece haberle dado la vuelta radicalmente a la fórmula: las figuras parece que estuvieran ahí desde antes de los tiempos, presencias fantasmagóricas latentes en el carrete de película al salir de la fábrica, y Michele simplemente viaja y mueve la cámara hasta que encuentran un lugar y un paisaje que completa la composición.

La composición, la luz y el color de las fotografías son extremadamente precisas y generan una gran tensión latente entre el paisaje y las figuras, un equilibrio inestable, como si alguien hubiera dejado una botella en el borde de la mesa, esperando el leve movimiento de un codo descuidado o el vibrar del aire al abrirse una puerta para estrellarse contra el suelo.

Y se estrella. Hacia el final hay una fotografía de una nube de polvo que casi hace desaparecer toda la foto. Yo creo que es un personaje que se ha desvanecido, se ha desintegrado en infinitas partículas de arena que con el tiempo se volverán invisibles y habitarán el paisaje.

Michele Cera

Dust

editado por Kehrer Verlag Heidelberg Berlin en Heidelberg, Alemania;

primera edición, 2013; 72 páginas; 245 × 203 mm.;

encuadernado en cartoné forrado con papel con una fotografía sobre golpe en seco; diseñado por Vincenzo Schiraldi; preimpresión por Patrick Horn y René Henoch; producido por Tom Streicher;

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