El campo de los libros de artista es complejo y contradictorio, y nada mejor para verlo que los libros que publica Ivorypress. Hay dos tipos, unos que son pequeños y convencionales, en tiradas de varios miles de ejemplares, y otros de tirada muy corta en los que no hay ninguna limitación. Libros que son más bien esculturas, hechos con cristal o pólvora, con forma de maleta o proyectados sobre la pared.
La exposición Books Beyond Artists muestra la gran variedad de propuestas que se pueden encontrar entre medias. No es una exposición convencional de tesis, una exposición académica, no hay discurso, y por no haber no hay casi ni cartelas. Es más bien una fiesta, un carnaval en el que todos están invitados, algunos incluso disfrazados, como ese libro de Juan de Herrera del siglo XVI que encaja como un guante y que parece querer bailar con Your House de Olafur Eliasson, o Los proverbios de Goya situados frente a los aguafuertes estereoscópicos de William Kentridge.
Para los que tenemos un aprecio especial por la fotografía hay también muchas delicias. Hay fotograbados de Duane Michals y de Henri Cartier-Bresson, los Bilder de Hans-Peter Feldmann, y uno de mis libros favoritos: Sea of Buddhas de Hiroshi Sugimoto, entre otras muchas cosas. Un poco descolocado aparece Les Américains, la primera edición francesa del libro de Robert Frank, la que menos puede considerarse libro de artista. No deja duda esta exposición de la importancia de la fotografía para los libros de artista.
Por poner alguna pega, hay que decir que los libros están encerrados en sus jaulas de cristal, como en casi todas las exposiciones de este tipo, y al espectador le queda un picor por todo el cuerpo por no poder ver y tocar los libros como se debe. La exposición está un poco desequilibrada, inclinada hacia las obras maestras, los grandes nombres y el fetichismo, cosa que agradecemos porque es difícil encontrarse cara a cara con muchas de las obras aquí expuestas.
Todavía quedan unos días para ver la exposición, así que no se la pierdan.