La caja llegó, y con algún regalo sorpresa. Nos reunimos el martes en la Real Sociedad Fotográfica para abrirla y disfrutar de unos libros en su periplo alrededor del mundo. A pesar de la premura de la convocatoria hubo mucha expectación y una gran participación de nuevos contertulios.
Dedicamos un tiempo a leer los libros detenidamente de forma individual o en grupos pequeños y al final hicimos una puesta en común de nuestras observaciones detalladas libro a libro. Ninguno nos dejó indiferente, todos provocaron debate, e incluso alguna persona se enamoró perdidamente.
Al final entregamos la caja para el Photobook Club Toledo, siguiente etapa, y nos tomamos el postre con una maravillosa tarta de manzana y una caja de galletas, bien regadas con unas botellitas de vino, dulce final apropiado para esta etapa del apasionante viaje.