Los años de plomo

Hans-Peter Feldmann, Die Toten, 1998

Hans-Peter Feldmann, Die Toten, Alemania, 1998

Hans-Peter Feldmann, Die Toten, 1998

Hans-Peter Feldmann, Die Toten, 1998

Hans-Peter Feldmann, Die Toten, 1998

Hans-Peter Feldmann, Die Toten, 1998

Hans-Peter Feldmann, Die Toten, 1998

Hans-Peter Feldmann, Die Toten, 1998

Hans-Peter Feldmann, Die Toten, 1998

Hans-Peter Feldmann, Die Toten, 1998

Hans-Peter Feldmann, Die Toten, 1998

Hans-Peter Feldmann, Die Toten, 1998

El dos de Junio de 1967, durante una manifestación contra la visita del Sah de Irán a Berlín, un policía mata de un disparo en la cabeza al estudiante Benno Ohnesorg. La tensión que se ha ido acumulando en los últimos años por los movimientos estudiantiles, las protestas políticas, la represión policial y las heridas mal cerradas del nazismo se cobra su primera víctima. La espiral de violencia se va expandiendo hasta alcanzar su punto culminante en Octubre de 1977 con el secuestro de Hanns-Martin Schleyer y de un avión de Lufthansa para pedir la liberación de los miembros de la banda Baader-Meinhof en prisión y que termina con el asalto y la liberación de los pasajeros del avión y con la muerte de los terroristas detenidos y del empresario secuestrado.

Los artistas alemanes abordaron esta situación de diferentes formas. Uno de los mejores ejemplos es la extraordinaria película coral rodada en caliente Deutschland im Herbst (Alemania en otoño, 1978) con fragmentos dirigidos entre otros por Fassbinder, Kluge o Schlöndorff, en el que de formas muy diversas, desde el documental a la ficción, se exploran las causas, el desarrollo y las consecuencias sobre la sociedad alemana de esta espiral. Diez años después el pintor Gerhard Richter produjo el ciclo pictórico titulado 18 de Octubre de 1977, actualmente en el MoMA, en el que mostraba imágenes relativas a la muerte en prisión de los miembros de la banda Baader-Meinhof.

En 1998 Hans-Peter Feldmann publica este pequeño libro titulado Die Toten (Los muertos), en el que reúne imágenes recogidas de los medios de comunicación de los fallecidos por culpa de esta violencia. Es un catálogo sencillo, ordenado cronológicamente, con la fotografía, el nombre y la fecha de cada muerto. Las imágenes son variadas, desde fotos familiares a escenas del crimen, desde personas en vida a cadáveres expuestos, haciendo explícita la dificultad de encontrar una imagen para representar una vida. Son fotos pequeñas con amplios márgenes, un poco distantes. Al final del libro un pequeño texto detalla las circunstancias de cada uno.

Obviamente es un libro polémico, sobre todo por no hacer distinciones entre víctimas y verdugos. Ahí están juntos los últimos muertos, Michael Newrzella y Wolfgang Grams, un policía y el terrorista al que iba a detener. Feldmann quiere hacer un catálogo, dar cuerpo a la historia haciendo visible la violencia no como una entidad abstracta sino como el rostro de las personas que mueren. Se pregunta cómo es posible construir una sociedad mejor si para ello vamos sembrando el mundo de cadáveres.

Feldmann es un artista que suele trabajar con la apropiación de imágenes y destila una mirada irónica sobre nuestra sociedad. En este libro, quizás el más atípico de su producción, parece querer decir que el arte conceptual y el trabajo de apropiación, aparentemente frío y distante, no tiene por qué estar cerrado en sí mismo, sino que también puede estar cargado de emoción, puede abordar problemas políticos complejos y tomar posición sobre el mundo que nos rodea.

Hans-Peter Feldmann

Die Toten

editado por Feldmann Verlag en Dusseldorf, Alemania;

primera edición, 1998; 210 x 150 mm.; 192 páginas;

diseño gráfico de Jörg Paul Janka; encuadernado en rústica;

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