Encerrar el tiempo II

Edward Weston, Woodlawn Plantation, Louisiana, 1941

 

Evans se había dirigido hacia el sur y el oeste desde la costa este; Weston se dirigió hacia el este desde el Pacífico.  Una especie de encuentro se había producido algunos años antes cuando Weston fotografió un viejo edificio con las palabras «Photo Studio» pintadas sobre su fachada descolorida.  Como si no fuera suficiente coincidencia o saludo tácito la fotografía resulta estar titulada «Galería del juez Walker, Elk, 1939″ (mi cursiva).

Leer másEncerrar el tiempo II

Miedo al vacío

¿Es realizable mi desafío?  No hay nada fotográfico en todo esto, ¡quizás esté en un error!

¿Cómo, con una cámara fotográfica, avanzar sobre el tema de la errancia?…  El acto fotográfico es un momento tan corto, ¿cómo dotarlo de un rastro, de un cuerpo, sobretodo, de una duración?  Debo encontrar lo que los alemanes llaman Einstellung, es decir, cómo situarse en relación a lo que se muestra, y a qué distancia.

Lo real es tan efímero, tan frágil, tan fácil a veces de abordar que buscamos siempre un aval.  Nos refugiamos detrás de las palabras información o documentación.  Todo para poder confesar mejor que nos da placer fotografiar.

Leer másMiedo al vacío

Un fotógrafo seco

Pienso que lo propio de un fotógrafo es traicionar lo real.  Hace falta simplemente dominar esta traición, y hace falta que sea coherente consigo misma.  Creo que traiciono ciertas cosas, pero intento no traicionarme a mí mismo.  ¿Qué es lo que deambula?  Es la mirada en estado puro.  Es mi mirada en estado puro.  ¿Qué valgo cuando salgo del tema, de la historia, de la leyenda, del mito, del periodismo, de la información, de cualquier pretexto a que agarrarse?  ¿Qué soy, qué valgo, cuál es mi mirada? […] Muchos fotógrafos tienen esta obsesión de la unidad de la mirada, siempre buscando que al final de su vida haya una coherencia entre su primera y su última foto, para hacer un libro bonito, una gran exposición, etc.  Yo me parto de risa.  Quizás fuera el cine lo que me haya dado esto.  Con cada película yo cambio un poco mi forma de hacer.  Esto no quiere decir, ciertamente, que a cambio se pueda reconocer mi forma de fotografiar.  […]

Entonces, ¿cuál ha sido mi mirada mientras deambulaba…?  ¿Acaso han sido los cielos, los paisajes, los soles, las luces que he encontrado en ciertos países?  Es seguro que hay luces que me interesan más que otras.  Que el bosque, por ejemplo, es un lugar que no me interesa mucho.  Lo bucólico es algo para mí difícil de fotografiar.  Mientras que los lugares desnudos, un poco vacíos, secos… Eso es, yo soy un fotógrafo seco, no soy un fotógrafo húmedo.

— Raymond Depardon, Errance, Éditions du Seuil, 2000

Viajar en círculo mola, puedes cambiar de sentido

“Esto me basta” es la denominación que llevan a veces las casitas de los trabajadores que, como las demás clases, tiene necesidad de ilusiones y mentiras. “Esto no basta” podría ser evidentemente la denominación de cada uno de los castillos de Luis II de Baviera, un título que daría razón también del estado de ánimo de los visitantes que, pasando de una sala a otra, de un punto de vista al otro, de la gran cámara a la capilla y de las cocinas al cuarto de baño, parecen ante todo preocupados por terminar con su espera y agotar su deseo de ver. Esos visitantes partirán mañana, como Luis II, según se dice, salía todas las noches para recorrer un camino circular que al alba volvía a llevarlo a su punto de partida. Los visitantes partirán para ver otros castillos, escuchar a otros guías, recoger jirones de leyenda y fragmentos de historia. Saben que lo esencial está en el movimiento, que hay que moverse en redondo para procurarse la sensación de avanzar, puesto que, después de todo, la tierra es redonda y a un lado del camino, en un desvío (no importa dónde ni importa cuándo) y hasta en medio de un viaje organizado, es donde todos nosotros tenemos una posibilidad de encontrar el Grial, a la princesa o al príncipe encantado. Porque todos nosotros somos los descendientes de Parsifal y Walt Disney.

 Marc Augé, El viaje imposible, el turismo y sus imágenes

Luz intelectual

Según Jean Mariette, Canaletto, después de haber renunciado al teatro, se dedicó exclusivamente a la pintura de vistas, «sirviéndose de la cámara oscura de la cual había conseguido corregir las imperfecciones».  De su originaria vocación teatral Canaletto debe haber llevado a su pintura el deseo de sorprender, que es una de las peculiaridades mágicas del espectáculo, llegando a construir sus vistas como mitos iconológicos, a través del desplazamiento de las perspectivas, al punto de inventar — con la corrección de la cámara oscura — una evidencia que no es paisaje sino luz intelectual.

Leer másLuz intelectual

Cuidado con las palabras mayúsculas

He aquí una hermosa ocasión para establecer una teoría racional e histórica de lo bello, en oposición con la teoría de lo bello único y absoluto; para demostrar que lo bello es siempre, inevitablemente, de una composición doble, aunque la impresión que produce sea una. […] Lo bello está hecho de un elemento eterno, invariable, cuya cantidad es excesivamente difícil de determinar, y de un elemento relativo, circunstancial, que se dará, si se quiere, alternativamente o todo a la vez: la época, la moda, la moral , la pasión. Sin este segundo elemento, que es como el envoltorio divertido, titilante, aperitivo del divino pastel, el primer elemento será indigerible, inapreciable y no apropiado a la naturaleza humana. […] Porque la dualidad del arte es una consecuencia inevitable de la dualidad del hombre.

Charles Baudelaire, La Exposición Universal de 1855