El piano no es la música

Muchas gracias por su carta, de la cual he aprendido, cómo hace sus libros de tan alta calidad.
Pero me temo, eso no es lo que tengo en mente. Déjame que te cuente algunas ideas, cómo pienso acerca de mi arte.
Me impresionaron mucho los Dadaístas, los Situacionistas, Fluxus, los Accionistas de Viena y demás, aprendí a hacer libros y revistas de Amsterdam Provos. Lo que todos tienen en común, es, que el arte es un evento, una impresión, un sentimiento y más. Nunca es realmente el objeto. Como en música, el piano no es la música, es sólo una herramienta.

Tengo dos formas de expresar mi arte. Por un lado hago exposiciones y por el otro lado hago revistas y libros. Ambos tienen la misma importancia para mí. Pero siempre intento dejar no el sentimiento de elementos u objetos valiosos, sino una experiencia. Mejor ejemplo podría ser el juego de sombras. Realmente es un montón de trastos y basura, que va construyendo algo completamente nuevo en nuestros cerebros durante un rato. Una sombra en la pared.

Eso es, por qué puse imágenes y fotografías con alfileres en la pared de un museo, no con un marco, eso es por qué escribo los títulos de las obras a mano debajo de la obra en la pared. No quiero ser reconocido por el material, sino por las ideas. Incluso muestro a propósito obras malas en las exposiciones, dejo basura en una esquina y cometo equivocaciones en los libros.

Tantas palabras.
Pero espero, que puedas entender por qué no podía dejar a un diseñador hacer mi libro. Especialmente si es muy bueno. No aceptaría, que quiero imágenes que no se impriman derechas, páginas vacías, fotocopias como base para el escaneado y demás.

— Hans-Peter Feldmann, Carta a un amigo

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